Modulo 5 – Los cinco errores que sabotean resultados (y cómo corregirlos al momento)
Usar tu energía personal
Qué pasa:
el sanador se desgasta, arrastra síntomas y pierde claridad.
Cómo lo detectas:
cansancio inusual tras la sesión, mente o cuerpo pesados, o sensación de “enganche” con la persona.
Corrección inmediata:
reconecta con una actitud de neutralidad y desapego, corta vínculos con pacientes, conecta con la energía vital del entorno o, mejor aún, con la energía de tu alma, y déjala fluir por tu sistema energético irradiándola hacia afuera. Al hacerlo, deberías sentirte más ligero, con paz interior, actitud neutra y mente clara.
Explorar poco y priorizar mal
Qué pasa:
intervienes donde no toca o en un orden equivocado; el resultado es pobre o irregular.
Cómo lo detectas:
empiezas a “tocar todo y sentir” sin criterio; la sanación es un proceso metódico, no solo “sentir e intuir cosas”. ¿Confiarías tu salud a un médico que no tiene claridad total de qué hace y por qué… y a un sanador?
Corrección inmediata:
realiza una exploración energética cuidadosa, distingue exceso y debilidad como primer paso y ordena de más prioritario a menos lo que debes tratar. Lo equilibrado no es necesario tocarlo.
Energizar sin limpiar antes
Qué pasa:
mezclas energía nueva con energía densa; aparecen incomodidades, se agravan síntomas o provocas una crisis curativa innecesaria.
Cómo lo detectas:
la zona mantiene sensación de densidad, energía “picante”, congestión, calor acumulado, pinchazos o presión. Todo ello indica que esa área requiere más limpieza.
Corrección inmediata:
limpia primero hasta que la sensación densa desaparezca. Usa la exploración energética para llegar a un grado de precisión máximo en la limpieza. Solo entonces energiza con la cualidad y cantidad adecuadas.
No estabilizar la energía proyectada
Qué pasa:
lo que acabas de aportar se dispersa y no llega a integrarse.
Cómo lo detectas:
al comprobar de nuevo, el tono de la zona tratada pierde consistencia rápido o vuelve a un patrón similar al previo; el paciente reporta alivio momentáneo y, al poco, regresan los síntomas.
Corrección inmediata:
estabiliza la energía proyectada antes de pasar a otra área y vuelve a comprobar que el tono se mantiene al finalizar el tratamiento.
No cortar el vínculo energético al terminar
Qué pasa:
intercambio energético inconsciente y contaminación posterior; con el tiempo, drenaje, confusión y debilidad.
Cómo lo detectas:
sensación de seguir conectado, pensamientos recurrentes sobre la persona o bajón energético horas después.
Corrección inmediata:
corta el vínculo energético de forma deliberada. Si reaparece por apego o actitud incorrecta, vuelve a cortarlo las veces que sea necesario.

